Wasteport, proyecto y pasaporte digital para la economía circular

El pasaporte digital es un concepto bastante novedoso en el que ya empiezan a trabajar muchas empresas y cabe esperar que poco a poco se vaya extendiendo a gran parte de los productos que compremos. El pasaporte digital permite obtener información sobre el proceso de creación de un producto, lo que otorga a los consumidores seguridad y conciencia sobre las buenas prácticas de fabricación de éste. Además, los datos que se muestran en estos pasaportes permiten comprender el valor del producto que se está adquiriendo. Por ejemplo, en un pasaporte digital de un producto alimentario, se incluyen datos sobre la trazabilidad, la forma en la que se ha cultivado, la etiqueta u otras características más de marca como los valores de la empresa que ha creado el producto.

También lo propone la Unión Europea para las baterías. A finales del 2020, se propuso la creación de un “pasaporte ecológico” con el objetivo de reducir su huella de carbono. En dicho pasaporte, se podrá saber el origen de la batería, qué vida útil ha tenido, cuál es su huella de carbono y en qué cantidad sus elementos son reciclados. El ciudadano y cualquier comprador de cualquier batería (no solo de coches) podrá conocer todos estos datos para así poder hacer una elección responsable.

Procedencia de los materiales reciclados

Esta información tan valiosa para el crecimiento sostenible del consumo se empieza a recopilar en el momento en el que se fabrica un producto, ¿pero y antes...? ¿Cómo certificamos la procedencia del material que se está usando para fabricar un producto? ¿Cómo podemos dar fe de que éste se ha realizado con materiales reciclados?

Los residuos reciclables, que posteriormente serán transformados para convertirse en nueva materia primera también pueden tener un pasaporte de producto. Al tratarse, los residuos dejan de ser residuos y se transforman en un nuevo producto, cuyo valor y procedencia se puede trazar con un nuevo concepto de pasaporte digital, el wastepassport.

En este contexto, el wastepassport empieza su traza en el momento en el que el residuo se descarga de los buques, barcos y cruceros y acompaña al residuo durante todos los trámites que se llevan a cabo para declarar la descarga en el puerto. Posteriormente, acaba indicando la planta de transformación y/o separación en la que ha sido tratado y se asigna esta información a la nueva materia prima obtenida. Gracias a esta trazabilidad y pasaporte del residuo, el comprador final puede certificar que lo adquirido proviene de material reciclado y comprender el valor del producto comprado.

Gracias al apoyo de ACCIÓ y con la colaboración y apoyo del Puerto de Palma, Adalmo y aceleradoras como DigiCirc o Galatea, podremos observar uno de los primeros casos de wastepassport en Europa. ¡Si formas parte del ecosistema de transformación de residuos (portuarios o no) o deseas poder adquirir materiales reciclados certificados con tecnología blockchain y wastepassport, escríbenos y seguro que podemos encontrar vías de colaboración!